Entre en el aula. Todo el mundo ya estaba en su sitio y en silencio. Era la primera vez que veia eso. No hablaba absolutamente nadie. Pero tambien me horrorize. Me habia dado mucha prisa por no llegar tarde pero el instituto era enorme y me perdi.
Trague saliva y fui hasta la profesora que ya se me estaba acercando. Sentia todas las miradas puestas en mi. No hice caso y solo mire a la profesora. Era una mujer de mediana edad de pelo castaño y corto. Su estilo era elegante y su maquillaje era fuerte , para disimular, aunque con poco exito, sus multiples arrugas.
Ella me sonrio.
-Tu debes de ser Heilee. -dijo. Me habria gustado asentir pero se habia equivocado en la pronunciacion de mi nombre y tenia el condenado deber de corregirla.
-Es Heileen. Con una 'n' al final. - le dije en voz baja intentando que los demas no me oyeran. Los de la primera fila agudizaron el oido.
-Lo sineto Heileen. - Se disculpo la mujer.- Yo soy la Sra. Coop. - despues se giro hacia toda la clase.- Chicos, esta es vuestra nueva compañera ,Heileen. Viene de Londres y espero que seais muy buenos con ella.- alguien de la fila trasera solto una pequeña risita. La profesora no la oyo o al menos parecio no irla. Me gire timidamente y mire a la clase.
En la fila delantera se encontraban los mas listos, posiblemente. Estaban vestidos muy formalmente y tenian la pinta de estar pensando y estudiandote. Retire la mirada de ellos. No iba a permitir sonrojarme.
Mire a la siguiente fila, por suerte habia solo 4 filas y la ultima estaba casi vacia.
En la segunda fila se encontraban por los extremos solo chicos y en el medio tres chicas.Muy maquilladas y que tenian la pinta de haber sido las que se han reido. Una de ellas era muy guapa y muchos de los chicos la estaban llamando en susurros. Ella tambien me estaba mirando con una sonrisa de suficiencia en la cara.
Era rubia y de ojos azul oscuro. Su cara era redonda y de no haber sido porque le veia tambien el tronco, pensaria que era un poco gordita.
Mire a la siguiente fila. En esa fila lo mas probable es que se encontraran los 'normalitos' si podia llamarselos asi. No tenian la pinta ni de presumidos ni de empollones. Ellos me miraban indiferente y de vez en cuando cuando paseaba con la mirada por cada uno de ellos, me lanzaban una pequeña sonrisa de bienvenida.
Al fin, en la ultima fila se encontraban los que parecian ser de mi tipo.
Habia solo 5 personas. 2 chicas y 3 chicos. Iban vestidos de negro con el pelo largo y diferentes mechas. Estaban llenos de piercings o tatuajes.
Pero eso no me agrado, lo mas probable es que no me uniera a ese grupo, no tenia esas intenciones.
Ellos estaban hablando en susurros pero no me estaban mirando. Creo que no me habian dirigido ni una mirada.
-Puedes sentarte alli.- dijo la Sra.Coop y me indico un sitio en la tercera fila al lado de una chica pelirroja con rostro amable. Fui hasta donde me dijo.-Rachel,¿ podrias decirle en bajito los nombres de cada uno?
-Por supuesto, Sra. Coop.- dijo la chica que tenia una voz suave y aterciopelada. Ya me habia sentado y sacado los libros.
-Hola Heileen. Soy Rachel. - y me sonrio amablemente, le devolvi la sonrisa, una sonrisa timida.
-Encantada.- pronuncie.
-Bueno, ese de ahi, el primero se llama Marco...- empezo. No hice gran esfuerzo en oirla. Se me olvidarian enseguida los nombres. La chica siguio muy entusiasmada contandome pero sin dirigirme la mirada.- Y por ultimo esta Jenn. - y me miro.
-Gracias.- dije y ella asintio. Entonces se volvio y empezo a prestarle atencion a la profesora. Aun estaba bastante desorientada pero intente hacer lo mismo. Era la clase de Literatura y no era una de mis favoritas pero la Sra. Coop parecia simpatica y buena , decidi darle una oportunidad.
El timbre sono, lo que creia que seria una eternidad paso casi volando.
Sali del aula y Rachel se ofrecio a acompañarme a mi siguiente clase que era Biologia.
Solo reconoci a 5 caras en todo el aula de Biologia y lo que mas me sorprendio es que recordaba sus nombres. Uno se llamaba Erik y era uno de los emo que habia visto en mi clase de Literatura, otro era Sean que era uno de los empollones, tambien estaba Rachel, la chica pija que descubri que se llamaba Catherine y un chico que se encontraba muy cera de esta, llamado Jame.
Ninguno de todos ellos me miro excepto Rachel que parecia estar muy contenta de que hubiera una chica nueva en su clase y estaba encantada de que ella fuera la afortunada de explicarme el funcionamiento del instituto.
Sali del aula acompañada por Rachel, ella seguia hablando de que las taquillas estaban en el centro del instituto y que era lo mas conveniente.
Nos fuimos acercando a las taquillas. En la mia ponia mi nombre segun Rachel pero me fue imposible encontrarla. Habia muchisimas y eso que eran solo las de 4 curso.
Rachel la busco por mi y le fue muy facil. Despues me explico que aparte de por cursos que tambien iban por clases y numero de la lista.
Intente recordar donde se encontraba mi taquilla. La abri con la llabe que me habian dado en conserjeria a la mañana.
La taquilla era pequeña y rectangular pero mis libros cabian.
Entonces justo al depositarlos y cerrar la taquilla lo senti.
Senti como un fuerte sentimiento que me reprimia el corazon. Algo que nunca habia sentido.
Como si estubiera expuesta contra un escudo. Por un momento me dolio mucho y casi no me movi, pero despues fue a mas y casi me desmayo.
Rachel lo noto y vino hasta mi. Me sujeto por la espalda y el dolor paró. Se fue desvaneciendo hasta que quede jadeando en el suelo.
-¿Estas bien? ¿Que te a pasado?- Preguntaba Rachel mientras yo intentaba tomar el maximo aire posible.
-Si...estoy...bien.- me incorpore pero aun seguia dolida.- Creo que a sido solo un m...- Rachel se retiro y me cogio del brazo.
El dolor volvio solo que mas levemente y lo pude aguantar pero seguia sin aceptarlo.
Levante la mirada y ese momento fue el mas extraño de mi vida.
El estaba bajando. Con una sonrisa de suficiencia en la cara y con paso ligero.
Era un chico. De mi misma edad. Alto y fuerte. Y tambien el chico mas hermoso que habia contemplado en mi vida, pero eso no me impacto. Fue su pelo. Era igual al de mi atacador la segunda noche de mi llegada a Buxton.
Era brillante incluso a la luz normal y rubio, muy rubio. El miraba a todas partes pero al final posó su mirada en mi. Yo tampoco retire la mia.
El dolor repentino parecia proceder de el. Como si algo se chocara dentro de mi. ¿El aura?
Era imposible, sabia que existia pero nunca lo habia sentido. Tampoco es que creyera mucho en esas cosas pero despues de lo sucedido tube que aceptarlo.
Me coloque la mano en el corazon y en la mordedura , ya desaparecida menos la forma de labios.
Rachel siguio mi mirada y se paro en la figura del muchacho.
-Es Faier. Es nuevo desde el año pasado. - me aclaro Rachel.- No me digas; te mola. -dijo con sarcasmo.
-No.- le corte seria. -No es eso.- dije despues para remediar mi tono.
-¿Pasa algo con el? ¿Le concoes de antes?- me pregunto. Aun tenia su mano en mi brazo.
-No, ¿sabes algo de el? ¿Como es su actitud?- pregunte con el ceño frunciodo y sin apartar la mirada de el.
- Es...simpatico.- eso me sorprendio pero seguramente Rachel pensara eso de todos.
-¿Mas?
-Pues...se enfada muy rapidamente. En realidad...yo casi no he hablado con el asique mucha informacion no podre darte. ¿Por que no vas y te presentas?- pense que me negaria pero le hice caso. El estaba apoyado en su taquilla, mirandome y su sonrisa no habia desaparecido.
Me acerque cautelosa y note que el dolor habia desaparecido. Me alegre.
A medida que me iba acercando pensaba con que saludarle pero no hizo falta.
-¿Que quieres? ,Heileen.- pregunto. Su tono era frio pero su voz era melodiosa. Me quede sin nada que decir pero despues conteste.
-Venia a presentarme pero ya veo que sabes mi nombre.¿De donde..?- no pude terminar la frase.
- Me llamo Faier y si lo que quieres es seguir incordiando llamame a la tarde al numero 646251...
-No hace falta, ya me voy.- le dije y me aleje. Fui de nuevo hasta Rachel que me esperaba excitada.
-Bueno, ¿que te ha parecido?
-Simpatiquisimo.- dije entre dientes.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Capitulo 1
Me desperte. Apague el despertador, como siempre, no lo habia necesitado para despertarme. Era del tipo de personas que dormian muy poco.
Me levante despacio y me sente en la cama. Enseguida una oleada de frio me inundo.
Pero no me importo.
Me fui al baño y me lave la cara con agua fria para despejarme. Al fin y al cabo era el primer dia de clase y supuestamente tenia que dar buena impresion pero eso era practicamente imposible.
Iban a mandarme al instituto mas prestigioso que habian encontrado mis padres adoptivos, y seguramente estaria lleno de niños mimados que se pelean por tener un alto rango.
Yo no tenia ese deseo.
Me mire en el pequeño espejo del lavabo y por una faccion de segundo la vi.
La vi y me asuste.
Retire enseguida la mirada, ahora estaba aun mas seria de lo que pretendia estar. El tiempo que habia tenido para contemplarme a mi,a la verdadera Heileen, casi no me importo.
Me habia hecho unas mechas negras en la parte trasera de la cabeza, solo por cambiar pero yo siempre me veria la misma, ya que lo unico que me importaba de mi fisico eran mis extraños ojos.
Mis ojos eran azules, principalmente azules pero dependiendo del ambiente cambiaban de color. A veces en verde otras en azul oscuro. pero mi color ocular era un azul claro , como la de una mañana de verano despejada,con las nubes azules y lividas.
Mi nombre era Heileen, pero siempre lo habian pronunciado Heilin, con la segunda 'i' muy alargada. A mis padres les habia dado por los nombres raros cuando mi madre me dio a luz. Ademas, era lo unico que me habian dejado despues de abandonarme en un un centro de huerfanos.
A mi sinceramente no me gustaba mi nombre, era dulce y suave. Cualquiera que oiera mi nombre pensaria que se trata de una chica dulce, suave, delicada...
Pero yo no era asi ,ni pensaba serlo.
Siempre habia preferido tener un nombre normalito como; Rachel, Jessica, Mary...
Entre en el cuarto y abri mi enorme armario. Mi ropa ocupaba solo un tercio , pero eso me bastaba.
Amanda habia sido lo suficientemente buena como para regalarme un armario asi y se habia empeñado que en una año lo llenaria entero.
Aunque para ello, por supuesto, tenia que cambiar de estilo.
Cogi una camiseta negra con tachones blancos aqui y alla, una falda a cuadros rojos y negros y unos leggins negros. Despues me puse las botas de nieve negras.
Fui a preparame la mochila. Los libros de este año eran gordos y carecian de imagenes. Lo que me desagaradaba. Todos mis antiguos profesores decian que yo tenia memoria visual, es decir, que aprendia mejor viendo alguna cosa a escuchandola o leyendola.
En ese momento entro mi madre adoptiva, parando mis pensamientos.
-Hola Heileen.¿Que tal has dormido?- me pregunto con una sonrisa en la cara. Se habia agarrado nerviosamente las manos. Aun no se habia acostumbrado a llamarme cariño o cielo, tampoco se lo habia pedido. Parecia una mujer buena y comprensiva pero sabia que no podia abrirme a ella, no iba a cometer el mismo error otra vez.
-Hola, bien. ¿Tu?
-Bien tambien, gracias por preguntar.- y volvio a sonreirme. Estaba vestida con un vestido lila corto y con mucho escote pero que lo habia combinado con accesorios de plata lo que hacia que el vestido pareciera elegante. Su pelo caia en suaves rizos castaño claro y su tez estaba bronceada.
-Chloe ya a bajado a desayunar, cuando estes disponible baja tu tambien.
-Si,vale.- me levante.
-Bueno...yo. Tambien me ire a desayunar solo venia a ver si estabas despierta.- sonaba nerviosa y era normal. Llevaba en su casa solo un mes y ya habia cometido una imperfeccion. Aunque ella no lo habia tomado asi, Harry tampoco. Decian que se habian llevado un gran susto pero que no estaban enfadados conmigo. La tragica noche, la primera noche que habia salido fuera de casa, la habia pasado muy mal.
Pero habia muchas cosas extrañas que aun no comprendia.
Cuando me encontraron en el suelo de aquel oscuro y por lo visto tambien sucio callejon dijeron que no habia sangre.
Me habian llevado a casa y habian llamado a un medico. Resulta que yo estaba dormida pero no podia despertar, mi respiracion era normal y daba la misma impresion de estar teniendo un bonito sueño.
Al despertar recordaba vagamente lo que habia pasado pero con el tiempo se me fue aclarando todo y lo que habia ocurrido esa noche seguia siendo un enigma para mi, incluso mas despues de verme la primera vez en el espejo.
Habia cambiado algo dentro de mi , pero no sabia despribir el que, pero lo que mas me llamo la atencion fue la supuesta herida.
Creia que el atacador me habia clavado los dientes en la piel, pero lo unico que tenia despues fue una mancha roja que no se iba , en forma de lavios.
No me habia atrevido a contarle a nadie lo ocurrido, les habia dicho que me habia desmayado por un bajon de tension.
Era como si quisiera ocultar a la persona que me habia herido.
Movi la cabeza para salir de mi mundo y mire como Amanda abria la puerta.
-¡Amanda!- ella se giro sorprendida. Baje el tono de voz avergonzada.- ¿Por que a mi? ¿Por que me adoptasteis a mi? Yo no soy como vosotros. No en ese sentido sino que vosotros sois de muy alta categoria y yo no doy el pego.
-Porque hay algo en ti que nos llamo la atencion, y no me arrepiento de haberte elegido.- y me sonrio sinceramente, le devolvi la sonrisa,timida.
-Espera, yo tambien voy a bajar contigo.- cogi mi mochila y fui hasta ella.
Salimos al pasillo, justo al lado de mi habitacion se encontraba la de mi hermana Chloe, que era la verdadera hija de Amanda y Harry.
Ella tenia mi misma edad y era la tipica chica que esperaba encontrar en Buxton.
En un gran letrero rosa ponia Chloe, en la puerta de su habitacion. Mire la mia, aun no la habia decorado tenia casi nada .En mi habitacion habia solo una cama, un armario y un baño. Amanda y Harry esperaban que yo la decorara a mi gusto. Pero aun me lo estaba pensando, mi estilo era oscuro, gotico, y creo que eso no les gustaria a mis padres y posiblemente al final pondria el tapiz de algun color rosa o naranja.
Bajamos abajo. En el comedor se encontraban Chloe y Harry sentados uno enfrente del otro. No conversaban, solo comian. Habia tostadas y todo tipo de mermeladas pra untarlas. No tenia hambre pero no iba a rechazar la oferta.
Al llegar los dos levantaron la vista para mirarnos. Los dos me miraron directamente a mi.
-Hola Heileen.- me saludo cortesmente Harry, le sonrei como saludo. Chloe seguia contemplandome.
-¿Piensas ir asi?- pregunto con un interrogante en la cara. De un modo esperaba a que dijera eso pero hice como si no me habia inmutado y mire sorprendida a mi ropa. Antes de que pudiera contestarle Amanda dijo.
-Puede ir como quiera al instituto, Chloe.
-Tienes razon, perdona.- dijo esta con la voz inexpresiva.- Ven, sientate aqui.- le obedeci sin decir nada. Deje la mochila en el suelo y empece a comer.
Durante el desayuno no hablamos de nada aparte del instituto y de nuestros sentimientos respecto a la vuelta.
Yo no dije casi nada aunque era el foco de atencion.
Al terminar de comer me dirigi con Chloe y con Amanda a la salida para que esta pudiera llevarnos al instituto.
Salimos de la mansion y entramos en el coche negro. Dirigi una ultima mirada a la gran casa y despues suspire.
-Bien ,chicas.¿Preparadas para conocer a vuestros nuevos compañeros?
lunes, 13 de diciembre de 2010
Prefacio
Salude por ultimo a la mujer pelirroja que se encontraba detras del mostrador y salí de la vistosa biblioteca.
Me sorprendi de que ya fuera de noche, otra cualidad que le sumaba al pueblo de Buxton, mi nueva localidad.
Era grande, apabullada de gente, de un clima calido, la tipica ciudad que le gustaria a universitarios recien llegados para estudiar en la universidad de Derby.
Empeze a caminar por la acera, reluciente y oscura, esperando a que te tropezaras y te pegaras en su humeda superficie.
Todo estaba oscuro, las farolas aun no estaban encendidas o posiblemente en ese callejon no las encendieran. Estaban desgastadas y rotas, la tipica traveseria de algunos adolescentes.
La unica luz provenia de la biblioteca, que pronto se borraria al cruzar la esquina.
Ya habia aprendido como llegar de la biblioteca a casa. En un principio era lo unico que me importaba saber.
Cruze la esquina. La oscuridad enseguida me absorvio. Solo de pequeños rayos de luz blanquecina consegui entender que el callejon era largo y estrecho y lo suficientemente oscuro como para asustar a una niña pequeña.
Pero a mi no, me gustaba la oscuridad. Desde pequeña me gustó.
Sin razon alguna sonreí. No es que no me gustara la luz pero preferia esconderme en la oscuridad y pasar desapercibida.
Me habia detenido, comence a andar de nuevo. Las botas que me habia puesto no hacian ruido y en aquel momento podria oir incluso la respiracion de alguien lejano que se encontrara en el callejon.
Dejaban manchas, lo que significaba que habia llovido durante el dia.
Olia a arena y a humedad. Solian molestarme esos dos olores pero queria llegar a casa lo mas tarde posible.
Llegue a la mitad del callejón , no paré. Estaba tranquila y tenia bien agarrado el libro entre mis brazos medio ocultado por el gordo abrigo que me habia puesto.
De repente alguien me agarro de la muñeca, suavemente, que casi no note. Crei que eran imaginaciones mias ya que oiria si alguien fuera detras mia.
Al dar un paso , el agarron fue mas fuerte y la mano que me sujetaba tiro de mi muñeca hasta que choque contra alguien.
Ni siquiera se movio. Me inundo el olor a humo de tabaco y alcohol.
El tipico borracho que queria pasar una buena nocha con una joven. Pero no lo iba a conseguir.
Le agarre de la mano que resultaba ser suave y carente de arrugas o magulladuras, no podia verla bien pero la sentia. Tire de su mano pero no conseguí que me soltara.
Entrelaze mi pierna con la suya intentando hacerle una llave de karate. Pero no se movio.
Me sorprendi y me gire despacio. Me habia agarrado la mano izquierda y me habia cogido con la derecha asique mi giro no fue del todo finalizado.
Solo pude distinguir oro. Oro. Pero no del material oro sino que su cabello era del color oro blanquecino.
Brillaba lo que era absolutamente imposible porque el mio tambien era del mismo color, quizas un poco mas oscuro, pero no brillaba o relucia.
Aproveche eso y le cogi del pelo con la mano derecha pero antes de que pudiera cerrar el puño se retiro.
Me apreto aun mas la mano y hizo que andara hasta que me apreto contra una de las paredes.
Senti como mi pelo se pegaba a los ladrillos humedos. Empezo a olerme aun mas a humedad.
Empece a sentir algo parecido al miedo pero no era miedo. Llevaba sin tener esa sensacion casi 4 años.
Ademas mis entrenamientos diarios de defensa tenian que servirme de algo aunque no parecian producir algun efecto.
El bajo la cremallera de mi abrigo. Estaba segura de que era un hombre por tener el pelo corto y por empezar a hacer lo que estaba haciendo. Puede que al final no estubiera tan equivocada de que fuera un violador, pero en ese caso mis estrategias tenian que haber funcionado.
Bajo por completo la cremallera del abrigo y lo desabrocho. Despues, ligeramente tiro de mi camiseta negra, casi consiguio romperla pero dejo las manos justo al llegar al comienzo de mi pecho. Muy cerca del corazon.
Se me ocurrio una idea. Alce la mano derecha e intente claverle el dedo pulgar en el ojo pero me equivoca. La oscuridad no me dejaba distinguirle bien el rostro y toque su mejilla. Era suave como la seda y estirada.
Me asegure de que no era un hombre sino un chico. Me sorprendi pero segui intentando alcanzarle el ojo mientras que el no parecia inmutarse.
De repente toco la piel descubierta. Senti como la piel de su cara se tensaba y abrio la boca.
Clavo sus dientes justo donde habia tocado mi piel.
Grite, pero nadie me oyo. Nadie iria por ese callejon en esas horas.Intente zafarme pero no pude, era demasiado fuerte.
Al principio no senti nada despues del hincamiento. Pero despues todo cobro una oscuridad mucho mayor, como si hubiera perdido la vista.
Volvi a recuperarla al instante pero estaba debilitada y sin fuerzas, como si alguna droga me poseyera y yo fuera un flan incapaz de levantar una mano.
El retiro la cabeza, veia todo nublado.
La siguiente raccion fue la sensacion de que agua helada corria por mis venas. Hielo.
Enseguida llego al cerebro.Este parecio congelarse, como todas las demas partes de mi cuerpo excepto el corazon.
El ardia, como tambien la mordedura.
Estaba a punto de perder la razon, tenia una mezcla de sensaciones en mi cuerpo, hielo y fuego.
Todo empezo a darme vueltas. Pero seguia sin poder reaccionar y por muy helado que estuviera mi cerebro podia llegar a pensar.
El me solto y yo consegui dar solo dos pasos.
Despues me desplome, por la caida perdi tambien aire. Lo que me faltaba por perder.
Lo unico y ultimo que consegui ver fue como el se alejaba. Era alto y su cabello no paró de brillar.
Despues me desmaye. Pensando que iba a morir.
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